Comunicación

Intercambio entre el Instituto Juruá y Natura Argentina busca fortalecer acciones de conservación en Áreas Protegidas 

Por: Andressa Scabin

Manejo del Pirarucú en el Lago Marapatá Autora: Andressa Scabin

La creación de Áreas Protegidas sigue siendo una de las principales estrategias para conservar la biodiversidad. Brasil cuenta actualmente con 3,780 áreas protegidas* que abarcan un total de 3,574,534 km². Nuestra vecina Argentina posee 473 áreas protegidas* que cubren 374,263 km². Aunque estos números son significativos, aún hay muchas áreas importantes para la conservación de la biodiversidad que necesitan ser designadas, no solo en estos países, sino en todo el mundo. La designación de áreas protegidas, especialmente parques nacionales en Argentina, es la misión de Natura Argentina, una organización no gubernamental con sede en Córdoba, fundada en 2020, y que recientemente se ha convertido en socia del Instituto Juruá. La colaboración entre ambas organizaciones busca fortalecer la nueva Coordinación de Áreas Protegidas y Justicia Social, cuyo objetivo es apoyar la creación e implementación de áreas protegidas de uso sostenible en la Amazonía.  

Una de las primeras acciones de esta colaboración fue un intercambio de experiencias realizado entre septiembre y octubre, para que ambas organizaciones pudieran conocer en profundidad las acciones que llevan a cabo. En primer lugar, Lucila Castro, directora ejecutiva de Natura Argentina, visitó el Medio Juruá, donde tuvo la oportunidad de conocer a representantes de varias asociaciones locales como ASMAMJ, AMARU, AANE, AMECSARA, ASPROC y AMAB, y escuchar sus historias, además de observar cómo trabajan y se organizan en el Foro Territorio Medio Juruá. Lucila también presenció la pesca comunitaria en Marapatá, dentro del Área de Acuerdo de Pesca de Carauari, y pudo ver cómo la organización social es crucial para el manejo del pirarucú. Este proceso depende de la sincronización de diversas actividades realizadas por muchos miembros de la comunidad para garantizar que se cumpla la cuota y que el pescado llegue a su destino con buena calidad. Además, conoció un caso exitoso de conservación comunitaria en el Medio Juruá: la protección de playas mediante los monitores de nidos de tortugas. Acompañada por João Pedro, visitó el nido de Manariã, donde aprendió sobre el trabajo de los monitores y sobre la biología y ecología de las tortugas amazónicas. Finalmente, visitó el lago Tambaqui, ubicado en el Área de Acuerdo de Pesca de Carauari, donde el Instituto Juruá y AMAB están trabajando juntos en la designación de un área protegida privada de base comunitaria como parte de la nueva Coordinación de Áreas Protegidas y Justicia Social, fortalecida mediante la colaboración con Natura Argentina.

Área del Futuro Parque Nacional de Upallata – Foto: Bruno Brachetta

En la segunda etapa del intercambio, Andressa Scabin, coordinadora de Áreas Protegidas y Justicia Social del Instituto Juruá, viajó a Córdoba, donde conoció a buena parte del equipo técnico de Natura Argentina y se reunió con representantes de varios departamentos para entender cómo opera la organización. Posteriormente, visitó tres de los cinco proyectos que llevan a cabo. El primero fue el Parque Nacional Ansenuza, en Miramar, conocido por la Laguna Mar Chiquita, un importante sitio para aves migratorias que alberga grandes poblaciones de flamencos. Luego, en la provincia de Catamarca, visitó las Sierras de Ambato, una región montañosa con ecosistemas de Chaco Seco, Yungas, Prepuna y Monte de Sierras y Bolsones, donde Natura Argentina apoya la creación de un parque nacional de 156,000 hectáreas en una de las dos provincias argentinas que aún no cuentan con parques nacionales. Finalmente, visitó Mendoza, donde Natura Argentina trabaja en la creación del Parque Nacional de Upallata, de 220,000 hectáreas. Upallata es una región montañosa con impresionantes bellezas escénicas y un enorme potencial ecoturístico, cercana al famoso Aconcagua, el pico más alto de América Latina.

Foto a la izquierda: La educadora ambiental Nara Álvarez presenta el área de la Laguna Chiquita en el Parque Nacional de Ansenuza. Autoría: Carol Castro.
Foto a la derecha: João Pedro presenta especies de quelonios. Autoría: Andressa Scabin.

Este intercambio de experiencias entre las organizaciones fue sumamente enriquecedor, ya que permitió identificar fortalezas y debilidades en las que una organización puede colaborar directamente para mejorar a la otra. Natura Argentina aporta una vasta experiencia en los procesos relacionados con la designación de áreas protegidas, tanto en términos de conocimiento técnico como de las articulaciones políticas necesarias, lo que representa un nuevo campo de trabajo para el Instituto Juruá, aún en desarrollo dentro de la nueva coordinación. Por otro lado, el Instituto Juruá cuenta con una amplia experiencia en la protección y gobernanza territorial, apoyando acuerdos de pesca y trabajando con asociaciones y cooperativas locales para fortalecer cadenas productivas de sociobiodiversidad. Estos conocimientos son fundamentales para la implementación de áreas protegidas, ya que la falta de recursos financieros y humanos puede llevar a que muchas áreas, aunque designadas, no cumplan con sus objetivos de conservación, las denominadas “áreas protegidas de papel”. Por ello, los arreglos de conservación de base comunitaria y el fortalecimiento de cadenas productivas pueden ser herramientas clave para garantizar la efectividad de las áreas protegidas, no solo a través del fortalecimiento de la protección territorial y la conservación de la biodiversidad, sino también generando ingresos y mejorando la calidad de vida de las comunidades que habitan dentro o en las zonas de amortiguamiento de estas áreas.

Proyecto Sierras de Ambato – Foto: Gonçalo Martínez

Para dar continuidad al intercambio, las representantes involucradas proponen mantener reuniones virtuales y presenciales entre ambos equipos y aplicar los aprendizajes adquiridos durante la experiencia.

Andressa Scabin y Lucila Castro – Autoría: Acervo IJ

*Los datos sobre la cantidad y extensión de áreas protegidas en Brasil y Argentina fueron tomados del sitio web www.protectedplanet.net.

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