Instituto Juruá inicia el trabajo para la creación de un protocolo de monitoreo de los acuerdos de pesca del estado de Amazonas.
Por Valdenor Magalhães y Maria Julia Ferreira. Traducido por Fernanda Luisa Diel.
Un acuerdo de pesca es un pacto entre países, regiones o comunidades que busca regular la explotación de los recursos pesqueros en una determinada área o cuenca hidrográfica. Estos acuerdos generalmente establecen reglas y directrices para la pesca sostenible, con el objetivo de conservar los ecosistemas acuáticos y mantener las poblaciones de peces. La cuenca amazónica alberga miles de especies de peces, muchas de ellas endémicas, es decir, no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Esta biodiversidad no solo sostiene a los pueblos indígenas y comunidades ribereñas desde hace miles de años, sino que también desempeña un papel crucial en los ciclos naturales de la región, contribuyendo a la salud de los ecosistemas terrestres y acuáticos.
En la Amazonía, los primeros Acuerdos de Pesca comenzaron a ser discutidos informalmente con el fin de resolver conflictos entre comunidades ribereñas y grandes flotas de pesca comercial hace al menos 50 años. Sin embargo, solo a partir de 2011 algunos de estos fueron reconocidos formalmente por los órganos gubernamentales del estado de Amazonas y adquirieron carácter de ley a través de las Instrucciones Normativas.
Estas leyes tienen como objetivo establecer zonas de pesca protegidas, límites de captura, regulación de aparejos de pesca, períodos de veda para la reproducción de las especies y medidas para combatir la pesca ilegal y depredadora. Además, pueden incluir disposiciones para la conservación de hábitats acuáticos, como áreas de desove y alimentación, así como medidas para mitigar los impactos de la contaminación y la degradación ambiental.
Reconociendo la importancia de estos arreglos para la conservación de los ecosistemas acuáticos y el mantenimiento del modo de vida de las poblaciones tradicionales, el Instituto Juruá en colaboración con la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de Amazonas (SEMA) y Conservation International (CI) han estado realizando, desde finales de 2023, diagnósticos del estado actual de funcionamiento de nueve Acuerdos de Pesca de Amazonas. Los acuerdos donde se está llevando a cabo el trabajo fueron seleccionados por SEMA y están distribuidos por el estado en los municipios de Santo Antônio do Içá, Careiro Castanho, Careiro da Várzea, Autazes, Coari, Beruri, Tapauá, Manaus y algunos de ellos abarcan territorios de hasta tres municipios como, por ejemplo, el acuerdo de pesca del bajo Río Preto que incluye los territorios de Rio Preto da Eva, Manaus e Itacoatiara.
El proceso de diagnóstico involucra básicamente tres etapas: conversaciones con líderes locales y representantes de organizaciones de la sociedad civil; realización de reuniones comunitarias; y finalmente, entrevistas individuales con pescadores y pescadoras, quienes son los beneficiarios de las áreas de los acuerdos. En cada etapa, los investigadores del Instituto Juruá buscan recopilar datos sobre la infraestructura de las comunidades, la gobernanza local, la producción pesquera, los ingresos familiares, la economía local, los tipos de pesca, los conflictos y las perspectivas sobre el acuerdo. Con estos datos recopilados, el equipo podrá identificar los factores que influyen directamente en la funcionalidad de un acuerdo de pesca; información esencial para la construcción de un protocolo de monitoreo.
El monitoreo de los acuerdos de pesca está previsto en la legislación, sin embargo, el gobierno del Estado no cuenta con herramientas que permitan este proceso. Por lo tanto, la creación de un protocolo general de monitoreo de acuerdos de pesca es esencial para el seguimiento a largo plazo de los beneficios y conflictos generados en cada región. Esta herramienta permitirá que la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de Amazonas pueda tomar decisiones estratégicas que fortalezcan los Acuerdos de Pesca del Amazonas.
El Instituto Juruá cree que al promover la pesca sostenible y la conservación de los recursos acuáticos, un acuerdo de pesca no solo protege la biodiversidad única de la Amazonía, sino que también contribuye al sustento y bienestar de las comunidades locales que dependen de la pesca para su calidad de vida. Además, la conservación de los ecosistemas acuáticos amazónicos desempeña un papel crucial en la regulación del clima global, el mantenimiento de la calidad del agua y la preservación de la diversidad biológica a escala global.