El estudio premiado aborda la importancia del modelo de conservación de base comunitaria como una de las soluciones más eficientes a la crisis ecológica que enfrenta la humanidad en los países tropicales.
Por Clara Machado
El Vicepresidente del Instituto Juruá y Profesor de la University of East Anglia, Dr. Carlos Peres, recibió, en Suiza, el galardón de la primera edición del Frontiers Planet Prize, que eligió los tres mejores artículos científicos del mundo en el área ambiental en los últimos tres años.
La ceremonia de premiación ocurrió en el dia 27 de abril, en la ciudad de Montreux, Suiza, por parte de Frontiers Research Foundation, una organización internacional sin fines de lucro que creó uno de los premios científicos más grandes del mundo, con la intención de movilizar a la comunidad científica en la búsqueda de soluciones planetarias para las situaciones límite a las que nos enfrentamos, como los cambios climáticos, la pérdida de la biodiversidad en los sistemas de uso de la tierra e de la agua.
Sensibilizados por la situación de la pandemia de COVID-19, que generó un enorme compromiso de los científicos en torno a un objetivo común, la ambición del Frontiers Planet Prize es abordar directamente la actual crisis ambiental, movilizando al máximo de científicos comprometidos con la investigación para solucionar los problemas de la crisis ecológica. Las nominaciones para el premio fueron hechas por importantes universidades y agencias de financiamiento en diferentes países alrededor del mundo. El jurado de 100 científicos de renombre en el área de la sustentabilidad votó primero en los Campeones Nacionales de cada país y luego, entre ellos en los tres Campeones internacionales.
De esta manera, el Profesor Dr. Carlos Peres recibió tanto el premio nacional por el Reino Unido, e internacionalmente, con un artículo titulado «Sustainable-use protected areas catalyze enhanced livelihoods in rural Amazonia» realizado en colaboración con João Campos-Silva, Carlos Peres, Joseph Hawes, Torbjørn Haugaasen, Carolina Freitas, Richard Ladle y Priscila Lopes, todos investigadores asociados del Instituto Juruá.
El galardonado estudio compara la calidad de vida de las personas que viven dentro y fuera de las unidades de conservación del Río Juruá, considerando factores como el ingreso familiar, el deseo de permanecer en la área rural y el acceso a los servicios de comunicación digital, educación básica, eletricidade, presencia de comercio local, embarcaciones para la comercialización de la producción, entre otros. Los resultados destacan la importancia de las áreas protegidas de uso sostenible para la conservación de la biodiversidad y para el desarrollo socioeconómico de la Amazonía.
João Campos-Silva, primer autor del estudio y presidente del Instituto Juruá, estuvo presente en la ceremonia de entrega del premio y afirmó que “durante mucho tiempo, la ciencia de la conservación tuvo una perspectiva colonial y excluyente, donde las comunidades locales eran desplazadas de sus territorios por tener en cuenta que eran parte del problema. Por el contrario a este pensamiento, este artículo demuestra que son estas personas las que están garantizando una Amazonía más próspera, más conservada, también al mismo tiempo obtiene un aumento en su calidad de vida y por lo tanto son la solución para la Amazonía”.
El objetivo de la ciencia de conservación, basada en el paradigma “ganar-ganar”, es demostrar que es posible implementar iniciativas comunitarias que simultáneamente protegen la biodiversidad y aumentan la calidad de vida de las comunidades que protagonizan esas acciones en sus múltiples dimensiones, desde el ingreso y la infraestructura hasta la cultura y la educación. En el río Juruá, por ejemplo, varias organizaciones de base, como ASPROC, AMARU, ASMAMJ, y AMECSARA, están alineados con organismo gubernamentales, como la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de Amazonas (SEMA/DEMUC), del ICMBio, el sector privado, ONGs y universidades, que de esta manera, lideran el proceso de gobernanza local que termina generando resultados increíbles para la conservación y el bienestar local.
Para el Dr. Carlos Peres, quien es también cofundador del Instituto Juruá, el premio refuerza uno de los frentes de actuación más pertinentes de la organización. “Recibir este premio es fantástico porque es un aval de la calidad académica de lo que estamos haciendo, ya que todos los criterios de premiación están basados en la calidad de la ciencia, que es uno de los pilares de nuestro trabajo”, agrega el Vicepresidente del Instituto Juruá.