Evento reúne a investigadores, organismos reguladores y líderes comunitarios para discutir la regulación del uso de quelonios amazónicos como medio de subsistencia, buscando su uso equilibrado y sostenible.
Por: Júlia Franzoi
Traducción: Raul Bismarck Pinedo Garcia
Entre los días 15 y 17 de julio de 2024, la Wildlife Conservation Society (WCS), en colaboración con el Instituto Juruá (IJ), organizó un taller en el Centro de Estudios de Quelonios de la Amazonía (CEQUA/INPA), en Manaos, para discutir la regulación del consumo de quelonios, tanto de huevos como de individuos adultos, como medio de subsistencia y los desafíos para su aprovechamiento comercial basado en las comunidades. El evento reunió a investigadores, funcionarios de organismos reguladores como ICMBio, IBAMA, SEMA, líderes comunitarios y ONGs.
El principal objetivo del taller fue abordar la laguna en la regulación del consumo de quelonios por parte de las poblaciones locales. Aunque es una práctica milenaria y culturalmente importante para los pueblos de la Amazonía, el uso de quelonios como alimento carece de una regulación clara. Aunque tolerada, la práctica no tiene directrices oficiales, lo que deja a las comunidades vulnerables a interpretaciones legales que a menudo marginan sus tradiciones.
Los quelonios del género Podocnemis son tortugas de agua dulce que se encuentran en los principales ríos amazónicos. Las tortugas fueron uno de los primeros productos comerciales de la región, con su aceite siendo utilizado incluso para la iluminación pública. Esta explotación secular casi llevó a las especies a la extinción, pero los esfuerzos de manejo comunitario, como el Programa Pé de Pincha, han ayudado a proteger sus poblaciones. Monitores comunitarios de playas, en las más diversas cuencas de la Amazonía, desempeñan un papel crucial al proteger las áreas de anidación y garantizar que miles de crías lleguen al río de manera segura, contribuyendo a la preservación de las especies, tan importantes para el ecosistema y la cultura de las comunidades locales.
Especies como la tortuga de la Amazonía (Podocnemis expansa) son altamente valoradas por los ribereños. Además de contribuir al equilibrio ambiental, ayudando en la dispersión de semillas y control de plagas, son una fuente importante de alimento en áreas donde el acceso a proteínas es limitado.
A lo largo de los siglos, las poblaciones del Medio Juruá y de otras regiones amazónicas han desarrollado un profundo conocimiento sobre el manejo sostenible de estos animales, equilibrando la preservación con el consumo para subsistencia. Sin embargo, la ausencia de una regulación específica ha planteado desafíos para estas comunidades, que deben conciliar sus prácticas tradicionales con las exigencias legales y ambientales contemporáneas.
Durante los tres días de discusiones, se abordaron cuestiones cruciales sobre cómo las comunidades pueden utilizar de forma sostenible y regulada este recurso natural. «Hace casi 40 años que las comunidades que viven en la cuenca del Juruá protegen las playas y lagos, asegurando la preservación de las tortugas de manera descentralizada», destacó Eduardo Muhlen, investigador y coordinador de Gobernanza Territorial y Sociobiodiversidad del IJ. «Este taller surge como una demanda de estas comunidades, buscando una regulación que respete y preserve esta práctica cultural esencial en una región donde la fuente de proteínas es escasa», afirmó Eduardo.
Además de promover el debate sobre la regulación, el evento también fue un espacio para planificar los próximos pasos en la protección de las tortugas amazónicas. La propuesta es que, a partir de las discusiones, se elaboren investigaciones aplicadas en colaboración entre el Instituto Juruá, el Proyecto Pé de Pincha y la WCS para entender mejor la situación en otras cuencas y avanzar en la creación de una propuesta concreta de regulación. «La organización de las comunidades y el modelo de conservación en la Amazonía, basado en la conservación comunitaria, muestran que este es el momento más propicio para avanzar con esta regulación junto a los organismos públicos», agregó Muhlen.
PRÓXIMOS PASOS:
El taller representó un paso significativo para la conservación cultural y ambiental de la región, resaltando la importancia de regular las prácticas ancestrales de manera alineada con la preservación de los recursos naturales y el bienestar de las comunidades locales.
Está prevista una segunda ronda de discusiones, enfocada principalmente en líderes comunitarios e indígenas. Se espera que las acciones colectivas puedan generar avances significativos en la regulación de la práctica y en el uso sostenible de quelonios en la Amazonía.