Un artículo publicado recientemente exalta la relevancia del conocimiento ecológico local de las comunidades tradicionales en la comprensión de los impactos del cambio climático en la Amazonía occidental
Por Mariana Estevo
El cambio climático representa uno de los mayores desafíos para la humanidad y sus impactos ya se perciben en todo el planeta. En la Amazonia, debido a la extensión geográfica y la gran diversidad cultural y biológica, la intensidad y el tipo de impactos del cambio climático en los medios de vida locales pueden variar considerablemente.
Los cambios climáticos que ocurren en la Amazonia afectan los sistemas socioecológicos presentes en este bioma, con impactos en los medios de vida locales, que dependen en gran medida de los recursos naturales. Estos cambios tienen el potencial de afectar directamente la seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades rurales amazónicas, debido a los impactos en las principales actividades de subsistencia como la pesca, la yuca y el cultivo de açaí, extractivismo de Ucuuba, Muru-Muru, Andiroba, jeringa, caza, manejo de vida silvestre, etc.
A través de su relación a largo plazo con los entornos naturales, las comunidades rurales han desarrollado un conocimiento ecológico local detallado que aplican en el uso y manejo de los recursos naturales de la región. Con base en este conocimiento, también identifican cambios ecológicos sutiles en estos ecosistemas donde viven. Este conocimiento los convierte en aliados importantes para comprender los efectos del cambio climático y sus consecuencias en las actividades de subsistencia que estructuran sus formas de vida.
En el estudio dirigido por Mariana Estevo «Understanding Multidirectional Climate Change Impacts on Local Livelihoods through the Lens of Local Ecological Knowledge: A Study in Western Amazonia«, publicado recientemente en Society & Natural Resources, un grupo de investigadores estudió los impactos del cambio climático en diferentes actividades de subsistencia en la Amazonia Occidental a través de la lente del conocimiento ecológico local de sus habitantes.
Para ello, realizaron entrevistas a más de 400 pobladores de 24 comunidades repartidas en un tramo de más de 600 km del río Juruá, y las principales preguntas fueron: I) ¿Cuáles son los principales cambios climáticos reportados por las comunidades locales? II) ¿Cuáles son las actividades de subsistencia más afectadas por el clima, particularmente por eventos extremos, según las comunidades locales? III) ¿Cómo varían los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos entre las actividades de subsistencia y los ambientes?
Los residentes informaron una amplia gama de cambios, muchos de los cuales se refieren a cambios en el sistema atmosférico (por ejemplo, más lluvias de verano), pero con efectos en cascada en los sistemas físico, biológico y humano. Además de demostrar los impactos múltiples y multidireccionales del cambio climático, los hallazgos destacan la contribución del conocimiento ecológico local en la identificación de las actividades de subsistencia y las cadenas de valor más vulnerables al cambio climático.
Gráficos con resultados de trabajos publicados. b) Efectos negativos, neutros y positivos de los impactos de los cambios en los elementos del sistema atmosférico en diferentes actividades de subsistencia a lo largo del río Medio Juruá. Las barras indican el porcentaje de observaciones asociadas a cada actividad de subsistencia que tienen impactos negativos, positivos o neutros, y c) Porcentaje de observaciones de cambios en elementos del sistema atmosférico que impactan diferentes actividades de subsistencia de acuerdo con las percepciones de los residentes locales a lo largo del río Medio Juruá.
Los impactos son complejos y pueden afectar tanto negativa como positivamente a las diferentes actividades. La producción de muru-muru y andiroba para la extracción de aceite vegetal, por ejemplo, que son importantes cadenas de valor en la región, se ven gravemente comprometidas por las grandes crecidas del río. Por otro lado, cuando ocurre este fenómeno climático, la producción de açaí y ucuuba, así como la pesca, no se ven afectadas, e incluso puede volverse más productivo, beneficiándose durante grandes inundaciones.
Los autores del documento enfatizan la importancia de incluir a los poseedores de conocimientos locales en la formulación de políticas y estrategias para mitigar los efectos del cambio climático. Son personas que históricamente han sido relegadas a espacios de toma de decisiones y, por lo tanto, incluirlas es un paso hacia una mayor justicia social. Además de contar con conocimientos ecológicos específicos, construidos por la convivencia diaria con el entorno en el que viven, que son un aporte indispensable en el desarrollo de políticas para prevenir y mitigar los impactos del cambio climático a diferentes niveles.