COMUNICACIÓN

El Instituto Juruá lleva a cabo una investigación sobre la nutrición y la seguridad alimentaria de las comunidades del río Juruá.

La investigación de maestría del INPA, en colaboración con el Instituto Juruá, busca identificar las cambios percibidos en la dieta ribereña amazónica y sus repercusiones en el estilo de vida de las comunidades tradicionales del río Juruá.

Por: Paula Mulazzani Candiago
Traduzido por: Fernanda Luisa Diel 

La construcción de la identidad cultural de un pueblo pasa por «qué» y «cómo» se alimenta. Para los pueblos de la selva, los recursos proporcionados por el medio ambiente pueden representar no solo información biológica, sino también sociocultural. La dieta, por lo tanto, es un aspecto clave para la identificación de prácticas culturales, como en el caso de la población ribereña, donde la alimentación se basa principalmente en diferentes tipos de peces consumidos junto con la harina. Sin embargo, con la introducción de la canasta básica y alimentos industrializados y ultraprocesados, las poblaciones tradicionales están experimentando un proceso de cambio en su dieta.

 El perfil socioeconómico, la diversidad alimentaria, la seguridad alimentaria y sus relaciones para garantizar el bienestar de las poblaciones ribereñas del Río Juruá son el tema de estudio del proyecto «Salud y nutrición de las comunidades del Río Juruá», que tuvo su primera fase realizada en los meses de noviembre a diciembre de 2023. El proyecto se lleva a cabo en 33 comunidades ubicadas en la zona rural de los municipios de Itamarati y Carauari, y forma parte del proyecto de maestría del Instituto Nacional de Pesquisas da Amazônia (INPA) de la investigadora colaboradora del Instituto Juruá, Paula Mulazzani Candiago. En el equipo de campo, que contó con toda la estructura de apoyo del IJ, participaron directamente en la recolección de datos las comunitarias Antônia Débora Ferreira de Souza, Francisca Braga de Lima, Maria Ozangela Cunha de Lima, Mikaely Paixão Figueiredo y Risonaira Silva e Silva, residentes de Carauari, además de la Asistente Logística del IJ, Raimunda Antônia Gomes de Souza, más conocida como Tonha.

Para la realización del proyecto, se están aplicando diferentes cuestionarios: uno para los líderes comunitarios, otro para las amas de casa y el último para las madres acompañadas de sus hijos (que tienen entre 2 meses y 5 años de edad), además de la recolección de agua de consumo para su análisis de calidad. El estado nutricional de las madres y los niños se está evaluando mediante un cuestionario, evaluación antropométrica (que ayuda a determinar diferentes aspectos de la nutrición y la salud a partir del estado físico de la persona, ya que implica mediciones antropométricas como altura, peso, diferentes circunferencias corporales y pliegues cutáneos, este último para estimar el porcentaje de grasa corporal) y un recordatorio alimentario de las últimas 24 horas. Las amas de casa responden un cuestionario para identificar el perfil socioeconómico y alimentario de las comunidades. Los líderes comunitarios aportan percepciones sobre preocupaciones de salud, problemas de salud, casos de desnutrición, producción agrícola, salud animal y agua/saneamiento.

La segunda fase de la recolección de datos está programada para llevarse a cabo en 2024, abarcando el período de la crecida y los cambios en la dieta que ocurren durante el invierno amazónico. Se volverán a aplicar los cuestionarios, lo que permitirá realizar un análisis más profundo de la dinámica contemporánea de los regímenes alimentarios amazónicos y sus implicaciones en los modos de vida y la seguridad alimentaria de la población.

La aplicación de los cuestionarios para amas de casa fue realizada por Mikaely Paixão Figueiredo (Tchuca) y por Antônia Débora Ferreira de Souza (Débora), mientras que la aplicación del recordatorio alimentario de las últimas 24 horas estuvo a cargo de Paula Mulazzani Candiago (Paulinha). Fotos: Felipe Alexandre Santos Vieira y Raimunda Antônia Gomes de Souza.

El proyecto tiene previsto concluir en 2025. Después del período de análisis de los datos, se planifican devoluciones de información para todas las comunidades participantes y la creación de proyectos futuros basados en los resultados encontrados.

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