El 28 de septiembre, las comunidades ribereñas llevaron más de una tonelada de peces diversos a la ciudad y dieron a conocer su trabajo para la protección comunitaria de los lagos en el municipio de Itamarati (AM).
Por Clara Machado
Las comunidades rurales del municipio de Itamarati (AM) están protegiendo los lagos de la región a medida que avanzan hacia la formalización de un acuerdo pesquero que permita el manejo del Paiche en la región, con el apoyo del Instituto Juruá. La protección de los lagos ha estado ocurriendo desde el año pasado, y por mucho que aún no se permita la pesca del Paiche, la protección ya produce resultados visibles para la región.
Arowana, pacu, bodó, cichla, curimatá, piraña… son solo algunos de los pescados que se vendieron en grandes cantidades en la Feria Comunitaria del Pescado de las Comunidades Ribereñas de Itamarati, que tuvo lugar el 28 de septiembre, en el Gimnasio Municipal Clodoaldo Maia. Fue más de una tonelada y media de pescado sacado de los lagos de protección comunitaria a la feria, lo que impresionó a los asiduos.
Según Nerinho Santos, uno de los organizadores de la feria y presidente de la Asociación Ambiental, Extractivistas, Pescadores y Productores Rurales de Itamarati (AAEPPRI), el evento fue importante para mostrar los resultados que se pueden lograr con el trabajo de protección de lagos. «La feria llamó la atención a la población de Itamarati, a los que no creyeron y no apostaron por la protección en el desempeño de la comunidad. Si la comunidad no cuida, no habría pescado barato, bueno y de calidad. Vi la alegría en el rostro de cada uno de los que participarían en la feria», dice Nerinho.
Alrededor de 500 personas estuvieron presentes en la Feria del Pescado y debido a la abundancia de pescado el kilo se vendió por un precio inferior al que comúnmente se encuentra en la ciudad. Según Nerinho, «el pescado salió mucho más barato, porque aquí en la ciudad el kilo del Paiche es de ocho reales, y esta feria fue de suma importancia porque tenía más pescado y el kilo se hizo más barato, de cinco a seis reales».
Con la aceptación del público y el éxito en las ventas, la expectativa es que la feria se lleve a cabo cada año. Además de los beneficios para los residentes de la ciudad de Itamarati y para la comunidad, el bosque también ganará, porque parte de la ganancia de la feria se revertirá a la construcción de una casa de vigilancia que se implementará en la entrada de uno de los lagos de protección.
«A la comunidad le encantó, ¡y a mí también! Es una experiencia nueva, que suma valores, la forma de valorar a la comunidad, la ribera que ha estado cuidando, y la importancia de ellos… ¡Cuídate de tener! En el proceso de llegar a este punto, contamos con el apoyo del Instituto Juruá. Estoy agradecido con el Instituto Juruá por haber invertido en mi formación, cursos y formación, aprendí mucho», añade Nerinho.
La feria fue organizada por la Asociación Ambiental, Extractistas, Pescadores y Productores Rurales de Itamarati (AAEPPRI) en asociación con las comunidades ribereñas de Cantagalo, Walterburi y la Secretaría Municipal del Empresario, y contó con el apoyo de la Municipalidad de Itamarati, Instituto de Desarrollo Agrícola y Silvicultura Sostenible del Estado de Amazonas (IDAM), Secretario de Cultura, Secretario de Asistencia Social, Secretario de Producción, Secretario del Empresario de Itamarati.
