Comunicación

ORGULLO, DIVERSIDAD Y RESILIENCIA: JÓVENES LGBTQIAPN + CELEBRAN Y COMPARTEN SUS EXPERIENCIAS EN EL MEDIO JURUÁ

Activistas de la comunidad LGBTQIAPN+ de la región reflexionan sobre la lucha por la aceptación y la importancia de la educación en la valorización de la diversidad sexual y de género

Por Julian Santiago* y Lívia Cruz*
Traducción: Fernanda Diel

«Crecí en una comunidad tradicional donde la información sobre sexualidad era inexistente. Sin comprender los cambios en mi cuerpo, me sentía como un error, ahogándome lentamente cada día” (Rodrigo Carmino, residente de la comunidad Roque en la Reserva Extractivista del Medio Juruá, 27 años, estudiante de pedagogía en la UEA – Universidad del Estado del Amazonas).

El pasado junio, mes del orgullo, celebramos a la comunidad LGBTQIAPN+del Juruá, de la Amazonía, de Brasil y del mundo. Aunque este mes sea una oportunidad para festejar la multiplicidad de la vida, la visibilidad de las personas LGBTQIAPN+ no puede limitarse a un mes. Las posibilidades infinitas de vivir bien y feliz es una tarea cotidiana continua.

Como iniciativa del grupo de investigación en Género y Cadenas de Valor, se llevó a cabo el 20 de junio una conversación por video conferencia sobre esta temática, facilitada por Dri Moraes, persona trans masculina, biólogo y artista, que ha estado trabajando en la Amazonía desde hace algunos años. La conversación abrió espacio para que jóvenes de Carauari y de las comunidades del Medio Juruá compartieran sus vivencias.

Después de este momento de conversación, recibimos testimonios de jóvenes integrantes de la comunidad, entendiendo que el Día del Orgullo LGBTQIAPN+ es más que un día de celebración; es un día para la afirmación y reafirmación de identidades de millones de personas alrededor del mundo, y que en las comunidades ribereñas del territorio Medio Juruá este día no es diferente.

Para Rodrigo Carmino es un día de reflexionar sobre la lucha de varios otros, otras y otres que lucharon para que hoy él pudiera celebrar. En su testimonio, describe las dificultades de lidiar de manera solitaria con su proceso de aceptación, dado que el tabú existente en las comunidades ribereñas le impedía compartir sus ansias y angustias con sus padres y amigos, por miedo a las reacciones negativas.

“Ser gay en este contexto fue un desafío inmenso, pues no sabía cómo lidiar con mis padres y enfrentaba fuertes juicios y discriminación por parte de los pobladores locales. Un torbellino de emociones me mantenía constantemente en alerta, permeado por el miedo. Incluso ante los desafíos en una sociedad de comunidad tradicional gobernado por el patriarcado y la heteronormatividad que no siempre comprende o acepta plenamente la diversidad sexual y de género, abrazo mi identidad con gratitud y determinación.»

Actualmente, Rodrigo es colaborador de la ASPROC y está en la recta final del curso de Pedagogía en el Campo, en el cual ha dirigido sus esfuerzos para comprender la historia y fortalecer la lucha de la comunidad LGBT+ de la Amazonía, a través de la educación.

“Estoy orgulloso de ser exactamente como soy, eso se refleja en mi autenticidad y en mi capacidad de vivir verdaderamente. Celebrar mi identidad LGBTQIAPN+ es también honrar el coraje de tantos otros que luchan por la aceptación y el respeto diariamente. Esta conciencia y orgullo me fortalecen y me conectan a una comunidad vibrante y resiliente, donde puedo ser completamente yo mismo”, afirma Rodrigo.

Otros jóvenes del territorio comparten experiencias similares. Una trayectoria de lucha por aceptación y coraje para ser quien se es, representa una apertura de caminos para aquellos/las/les que aún vendrán. Por ejemplo, Alice Silva, mujer bisexual, de 25 años de edad, y también residente de la comunidad Roque, nos contó: “Me gusta ser quien soy. Hoy soy muy bien resuelta respecto a mi sexualidad. Pero no siempre fue así.”

El estudiante de Pedagogía en el Campo, Antonio Carmino, conocido como Babau, de 26 años, afirmó que «Al asumir nuestra identidad gay, estamos reafirmando nuestra humanidad y demandando respeto por nuestra dignidad y derechos. Es un acto de coraje y amor propio, que nos permite vivir plena y auténticamente, contribuyendo a una sociedad más inclusiva, justa y acogedora para todos.»

Como mencionó Babau, la garantía de la libertad de ser quien se es, es indispensable para la construcción de sociedades justas e inclusivas. Para nosotros, esto pasa por la inclusión de las voces LGBTQIAPN+ en los espacios de decisión en el territorio y en la escucha y acogida de sus perspectivas y experiencias de vida.

En ese sentido, Fabrício Carvalho (21 años), estudiante de Tecnología en Gestión del Turismo que también creció en la comunidad de Roque, relata que: “Desde temprano percibí que mi orientación sexual era diferente. Enfrenté desafíos de aceptación debido a la valorización de la masculinidad en la cultura local, a pesar de los comentarios ironicos, conseguí encontrar apoyo entre mis amigos y familiares. Aprendí a valorar mi identidad como parte de la rica diversidad de la comunidad, a pesar de las dificultades enfrentadas por la falta de comprensión generalizada.”

En otro testimonio compartido con el Instituto Juruá, Nayane Figueiredo (17 años) comparte el siguiente mensaje: “Por más que el mundo diga no, sé tú mismo y asume tu identidad. Si crees que la identidad de género o la sexualidad de otra persona es incorrecta por ser diferente a la tuya, no has entendido nada sobre lo que es ser humano. La diversidad es una fuerza, no una debilidad, no hay espacio para la LGBTfobia en una sociedad justa e igualitaria. Queremos ser vistos como personas y no como categorías. Asumir la homosexualidad es una decisión que requiere coraje, que se pueda enfrentar con determinación, fuerza, seguridad y equilibrio el prejuicio y la homofobia”, exclamó la joven mujer lesbiana de la comunidad São Raimundo.

Foto: Nayane Figueiredo

A pesar de algunos logros, la lucha por la valorización, el respeto y la escucha dentro del territorio sigue siendo continua. Es necesario entender que la lucha de la población LGBTQIAPN+ es una lucha de todos, y esto es posible mediante la educación y concienciación sobre las cuestiones de género y sexualidad. Una educación que respete la diversidad de pensar/sentir, y que dé visibilidad a las diversas posibilidades de interacción con la naturaleza y la importancia de valorar y escuchar esta diversidad para mantener un equilibrio con la diversidad biocultural.

**Sobre los autores:**

*Julian es un hombre cis gay, graduado en ingeniería civil y estudiante de derecho. Creció en Carauari, Amazonas. Actúa como colaborador de la Asociación de Mujeres del Medio Juruá y es voluntario del Instituto Juruá desde 2023.*

*Lívia Cruz es una mujer cis pansexual, creció en el sur de Minas Gerais, es doctoranda en Biología y Sociedad y es investigadora colaboradora del Instituto Juruá desde 2021.*

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