Los investigadores estiman que el área efectivamente protegida por las comunidades es en promedio 36 veces mayor que el área de protección directa.
Por Camila Duarte Ritter e Hugo C. M. Costa
Tradução: Fernanda Luisa Diel
Investigadores de la Universidad Federal de Alagoas y de la Universidad de Indiana, EE. UU., en colaboración con el Instituto Juruá, el Memorial Chico Mendes y la Asociación de Residentes de la Baja Media Juruá (AMAB), están llevando a cabo un estudio sobre la importancia de la gestión pesquera comunitaria para una protección eficaz con un gran valor agregado en las selvas amazónicas. El estudio, titulado «Community-based fisheries management exert a vast value-added effective protection footprint in Amazonian forests,» liderado por la doctoranda Ana Carla Rodrigues, ha sido sometido a la revista científica Nature Sustainability y está disponible como preprint, revelando hallazgos cruciales para la preservación de los ecosistemas amazónicos.
La gestión pesquera comunitaria en la región se ha destacado por integrar la protección territorial, el bienestar local y la conservación de la biodiversidad. Los resultados de esta investigación demuestran que las comunidades locales no solo protegen efectivamente los lagos, sino que van más allá, preservando un área significativamente mayor de lo que se imaginaba.
Los investigadores han mapeado junto con las comunidades las rutas y los puntos estratégicos de vigilancia, y han definido cuatro escalas de protección territorial protagonizadas por las comunidades. La escala de protección directa es el propio área del lago donde la comunidad, una vez al año, lleva a cabo la “despesca” o extracción controlada de pirañas. Sin embargo, para asegurar la protección de un lago, se recorre una ruta de vigilancia ocho veces mayor, esta escala se denomina escala efectiva de protección.
Durante la temporada de crecidas, el bosque se inunda y queda disponible para toda la fauna acuática, extendiendo los efectos de la protección a un área funcional que se ha medido basándose en datos de movimientos del piraña bajo el concepto de especie paraguas. Esta área funcional es en promedio 36 veces mayor que el área de protección directa. Además, una gran área de bosque de tierra firme está protegida simplemente mediante el cierre de los puntos de acceso por la vega, que se inunda estacionalmente.
El costo de protección, sorprendentemente bajo (0,95 dólares por hectárea al año), es completamente soportado por las comunidades rurales. Este descubrimiento resalta no solo el notable esfuerzo de estas comunidades, sino también la necesidad urgente de mecanismos de compensación financiera para remunerar su papel vital en la preservación de la Amazonía. Este enfoque descentralizado y participativo revela la resiliencia y eficacia del modelo de gestión pesquera comunitaria en la región.
Los investigadores concluyen que el manejo del pirarucú no solo promueve la seguridad alimentaria y ganancias financieras anuales para las comunidades, sino que también tiene un impacto en cascada en la conservación en diferentes escalas. La necesidad urgente es reconocer y recompensar estos esfuerzos, consolidando un camino hacia un futuro más prometedor en la Amazonía, donde los medios de subsistencia locales y la protección del mayor bosque tropical del mundo están intrínsecamente interconectados. Este estudio no solo contribuye a la ciencia, sino que también sirve como un llamado a la acción para la preservación sostenible de la Amazonía y sus comunidades guardianas.
Referência: Rodrigues, A. C., Costa, H.C.M., Peres, C., Brondízio, E., Dias, A., Dias, J., Constantino, P., Ladle, R., Malhado, A., & Campos-Silva, J. (2024). Community-based fisheries management exert a vast value-added effective protection footprint in Amazonian forests.
