La asamblea anual de la Asociación de Productores Rurales de Carauari estuvo marcada por la memoria de los logros de la lucha colectiva en el Medio Juruá
Por João Victor Campos-Silva
Entre el 31 de marzo y el 2 de abril de 2022, el equipo del Instituto Juruá participó en la asamblea de la Asociación de Productores Rurales de Carauari (ASPROC). Esta reunión fue muy especial, porque además de los ritos tradicionales de rendición de cuentas, informes generales y presentaciones de resultados de proyectos, se definió la nueva junta que liderará los proyectos de la organización en los próximos tres años.
La ASPROC también aprovechó la presencia de cerca de 300 asociados y docenas de socios para celebrar sus 30 años de historia. ¡Y qué historia! El surgimiento y desempeño de la ASPROC ilustra bien la lucha de los pueblos tradicionales en la Amazonia. Una lucha colectiva, sumadora, que sacó a toda una población ribereña de las garras de los patrones, para vivir su libertad mientras enseñaba al mundo una nueva forma de relacionarse con la naturaleza. En estos senderos hubo muchas caídas y dificultades que aún están presentes, por supuesto. Pero queremos informar sobre el impacto positivo de esta lucha, que es la fuente de inspiración más poderosa para el Instituto Juruá.
La ASPROC fue el mayor instrumento de lucha del pueblo del Medio Juruá, que dejó los lugares para formar las comunidades con la ayuda de la Iglesia Católica a través del Movimiento de Educación Básica. Allí, los líderes se convirtieron en maestros, proporcionando un compromiso colectivo que se fortaleció todos los días para llevar los derechos sociales y humanos a la orilla del río. Más tarde, la ASPROC lideró la creación de unidades de conservación en la región, dando seguridad de la tierra a los extractivistas. Como resultado, el Medio Juruá se ha convertido en este poder que es hoy en día cuando se trata de la gestión de los recursos naturales y la sostenibilidad. ¡Chico Mendes debe enorgullecerse de ver la gran lista de conquista de sus compañeros!
La ASPROC surge como una organización valiente que desafía las proyecciones convencionales para el futuro de la Amazonia al colocar a los pueblos tradicionales como protagonistas en la agenda de conservación y desarrollo local. Esto es fundamentalmente importante en un lugar ávido de modelos externos. La ASPROC es el ejemplo materializado de que si hay un futuro mejor para la Amazonia, ese futuro vendrá por las manos callosas de aquellos que viven debajo de las capas de bosques.
Que la ASPROC celebre otros 30, 60, 300 años, inspirando y ayudando a nuestra sociedad a construir un futuro con más justicia social para la Amazonia. Nosotros, el Instituto Juruá, deseamos una excelente gestión al Sr. Ecivaldo Dias Ferreira y a sus directores en su nueva obra como presidente de la ASPROC. También reiteramos nuestro más profundo respeto y admiración por esta organización que tanto hace por el Medio Juruá y la Amazonia. ¡Viva la ASPROC!