Por: Maria Julia Ferreira e Maria Cunha
Traduzido por: Fernanda Diel
Del 20 al 22 de febrero, en la comunidad de Bauana (Carauari-AM), se llevó a cabo el primer encuentro para discutir la cadena productiva de oleaginosas del Medio Juruá. El evento fue organizado por el Memorial Chico Mendes, con el apoyo de organizaciones asociadas. Contó con la presencia de instituciones, líderes comunitarios y más de 100 recolectores tradicionales de semillas.
La cadena productiva de oleaginosas desempeña un papel de suma importancia, siendo crucial abordar este tema para concienciar a las personas sobre su relevancia. Al discutir esta cadena, comprendemos mejor los impactos ambientales y sociales asociados y su potencial para una economía sostenible dentro de las comunidades locales de la región del Medio Juruá. Por lo tanto, este primer encuentro fue muy importante, tanto para quienes apoyan como para quienes creen en el potencial de las semillas, que generan calidad de vida para sus familias que viven en y de la selva.
En el primer día del encuentro, se elaboró una línea de tiempo sobre la recolección de semillas en el territorio del Medio Juruá. Durante la actividad, las liderazgos destacaron puntos clave para el inicio de esta cadena productiva en la región, como un proyecto de investigación desarrollado en el territorio a principios de los años 2000, que buscaba la producción y el uso del aceite de andiroba como biodiesel para la generación de energía eléctrica; y la fiesta del aceite que dejó en claro que tal iniciativa no era económicamente viable, ya que se necesitaron cientos de litros de aceite para generar energía para 14 horas de evento. Después de este incidente, la venta del aceite a la empresa multinacional Natura se convirtió en una alternativa para la comercialización del producto. Con el paso de los años y la creación de la Cooperativa Mista de Desenvolvimento Sustentável e Economia Solidária do Médio Juruá (CODAEMJ) y de la Asociación de Moradores Agroextractivistas de la Reserva de Desarrollo Sustentable de Uacari (AMARU), la recolección y venta de semillas oleaginosas – andiroba, murumuru y ucuúba – se convirtieron en algunas de las principales actividades económicas de los habitantes del Medio Juruá. Esta reconstrucción histórica fue facilitada por liderazgos comunitarios reconocidos por su destacado papel dentro de esta actividad productiva a lo largo de dos décadas de trabajo.
En el segundo día del encuentro, los participantes elaboraron de forma colectiva una lista de los obstáculos en la cadena productiva, diferenciándolos por etapa del proceso productivo: 1) planificación estratégica, 2) viaje de monitoreo previo a la cosecha, 3) contrato entre organizaciones de base y empresa, 4) contrato entre organizaciones de base y recolectores, 5) recolección, 6) prebeneficiado realizado en las comunidades, 7) transporte hacia las industrias, 8) beneficio en las industrias, 9) análisis químicos y 10) transporte del producto final hacia la empresa.
Los problemas citados estaban relacionados principalmente con: dificultades para obtener un aceite de calidad; necesidad de mejoras en la infraestructura de las industrias; largo tiempo entre las etapas del proceso productivo; desafíos para aumentar el capital de trabajo; y necesidad de mejorar la gestión de las organizaciones de base.
También en este día, las instituciones y organizaciones presentes presentaron posibilidades de apoyo a las actividades de las oleaginosas y algunos proyectos que ya están en curso en el ámbito de esta cadena productiva. En este momento, el Instituto Juruá presentó el proyecto de investigación, iniciado en 2023, que tiene como objetivo recopilar datos sólidos sobre el impacto ecológico, social y económico de la recolección de semillas oleaginosas, que se está desarrollando en el territorio. Además, el equipo del Instituto Juruá señaló su interés en apoyar otras demandas relacionadas y, con ello, ayudar a fortalecer esta actividad tradicional del Medio Juruá.
Finalmente, en el tercer día, los participantes del encuentro se dividieron en grupos para clasificar los cuellos de botella por orden de prioridad. En este momento, también se discutieron acciones que pueden resolver o mitigar algunas de las dificultades enumeradas, fortaleciendo así la cadena productiva de las oleaginosas del Medio Juruá, debido a la importancia de estas semillas, que va más allá del aspecto económico. Están intrínsecamente ligadas a la identidad cultural y al modo de vida de estas comunidades, manteniendo tradiciones y prácticas que están arraigadas en la historia y en el conocimiento local. Al reconocer el papel central de las semillas en la vida de los extractores, se puede contribuir a la promoción de la justicia social, al fortalecimiento de la agricultura familiar y a la preservación de la selva.
Teniendo esto en cuenta, quedó claro la importancia de discutir las demandas actuales de la cadena productiva, y por lo tanto, se acordó que este encuentro se llevará a cabo anualmente para fortalecer los lazos entre las comunidades recolectoras de semillas oleaginosas y consolidar aún más esta actividad productiva tan importante para el territorio.
